miércoles, 7 de abril de 2010

¿Cómo? ¿Porque? Los inicios de mi huerto

Comenzaré a platicarles cómo y porqué inició este experimento verde

Todo esto comenzó como un simple experimento, un hobbie, un momento de oscio; todo lo anterior mezclado con mi creciente interés en los temas medioambientales y mis intentos fallidos de tener una planta. No fue tan difícil empezarlo y de hecho resultó ser muy barato hasta donde pude darme cuenta. Estoy en un grupo de medio ambiente y ya habíamos platicado sobre los huertos urbanos, comenzó a interesarme y apareció una oportunidad que fue la que me hizo empezar con todo este proyecto. Esta oportunidad fue un curso básico sobre composta y precisamente: huertos urbanos. La verdad fue en extremo básico, como una mera introducción a lo que significa tener un huerto y para ser sincera no puse mucha atención, supuse que iba a ser como muchas de las actividades que he tenido las cuales no pasan de un año de interés, lo único que quería era tener una planta que realmente me pudiera comer, aunque no tenía muchas esperanzas de que sobreviviera, simplemente estaba emocionada. Nos pidieron 2 huacales y dos costales o lonas y hortelanos, me sorprendió que sólo fuera eso. Primero nos enseñaron como preparar la tierra y algunos tips para empezar. Pusimos los costales y rellenamos con capas de tierra y hojas. Después nos regalaron algunas lombrices de California para una lombricomposta y nos explicaron como y que darles de comer, pasarlas a nueva tierra, etc. Para ser sincera, supuse que lo único que sobreviviría de mi pequeño intento serían las lombrices.
Después del curso express de lombricomposta nos dieron algunas plantitas, yo escogí dos lechugas y un betabel, no tenía esperanza alguna que sobrevivieran, mi experiencia previa en plantas me tenía prevenida.
Llegando a mi casa puse en práctica algunas cosas, yo no tenía ninguna experiencia, no sabía absolutamente nada, así que decidí tomarlo como un experimento. Si se daba mi primera planta seguiría con el proyecto de mi huerto; aunque si la planta no se daba probablemente lo olvidaría y sólo seguiría con la composta. En mi casa saqué materiales que ya tenía y he de decir que mi inversión inicial no pasaba de los $50. Conservaba algunas esperanzas de que mis plantas se dieran y durante el primer mes sólo se mantuvieron vivas. Sabía que les faltaba tierra por lo que había puesto atención en el curso, y decidí ir por más ya que no me parecía nada bueno robar algo del parque frente a mi casa. Cerca del edificio donde vivo hay un pequeño negocio donde venden plantas de ornato y obviamente tierra, y compré un costal. Agregué tierra a mis huacales y pasé 2 de mis pequeñas plantas debiluchas a la nueva tierra con esperanzas de que sobrevivieran, la verdad comenzaba a perder las esperanzas de tener alguna vez una planta. Mientras hacía todos estos movimientos, continuaba poniéndole algo de comida a mis lombrices y supuse que seguían vivas. Dejé una lechuga en la tierra que me habían dado del curso y la otra lechuga y el betabel fueron los que pasé a la nueva tierra. Para mi sorpresa y gran emoción la lechuga comenzó a crecer de una forma increíble, crecieron más hojas, muy grandes y comenzaron a agarrar color. Eran hermosísimas y estaba muy muy emocionada porque ya tenía plantas sanas.


Como mencioné antes, no tenía experiencia en huertos, no leí nada, no sabía ni siquiera como cuidar una planta, mi experiencia en plantas no pasaba de una bola de aserrín con cara que les sale pasto como cabello y de un pequeño fríjol como el que todos alguna vez tuvimos que cuidar para un proyecto de la escuela. Mi experimentos siguieron creciendo para mi sorpresa y emoción. Mi betabel comenzaba a salir de la tierra y se me ocurrió llamarle Beto, sé que suena tonto pero comenzó como una broma y terminó llamándose Beto el betabel. A Beto seguían saliéndole hojitas y cuando iba a verlo, lo desenterraba tantito para ver como crecía.

Con la lechuga estuve impresionada, las hojas salían y salían y me comí algunas de ellas. Poco a poco la lechuga creció hacia arriba y, aunque me dijeron que esperara a que sacara flores, nunca imaginé que crecería así. La seguí cuidando junto con Beto porque ambos compartían el huacal y finalmente comenzaron a salir las flores.

Yo no sabía nada del betabel ni de las lechugas y comencé a leer algunas cosas y me aconsejaron que ya sacara a Beto de la tierra y así lo hice. Limpié a Beto, lo presumí por la escuela y finalmente lo herví y me lo comí. Beto era un betabel pequeñito y para ser honestos estaba algo desabrido pero sólo porque yo lo cuidé me supo a victoria. La verdad me costó trabajo decidirme a comerlo porque era la primera planta comestible que me daba algo. Estamos tan desconectados de la tierra que es complicado hacer crecer una planta, no lo vemos como algo natural. Todo el proceso de cuidar a Beto, el tiempo que tardó en estar listo, en general el hacer el huerto desde cero fue muy especial y me impresionó mucho; es en ese momento en el que entiendes lo complicado que es tener todas las frutas y verduras en un plato frente a ti y es por eso que fue difícil comer a Beto.

Después de sacar el betabel y ver florear a la lechuga, comenzaron los problemas. Yo no sabía absolutamente nada sobre las lechugas y menos acerca de plagas y enfermedades y como todo iba tan bien, ignoré esa parte. Antes de sacar a Beto vi que tenía unas manchas blancas en las hojas, como ceniza y lo dejé pasar. Me di cuenta que la ceniza era un problema cuando la lechuga comenzó a secarse y dejó de crecer. Afortunadamente ya habían salido las flores pero sabía que esas manchitas blancas no eran buenas y la estaba matando. Finalmente la lechuga se secó sin darme mucha oportunidad de comerme sus hojas y poco después quité las semillas. Sólo sabía eso porque me lo habían dicho en el curso. Nunca supe que había sido lo que mató a mis plantas.
¿Recuerdan que me dieron otra lechuga? Pues nunca creció, se mantuvo así como me la dieron y me di cuenta que había sido por la tierra que me habían dado. Esa tierra estaba pésima, sólo era tierra negra sin una pizca de nutrientes y como ese huacal nunca lo llené con más tierra, pues la pobre lechuga murió.

Este es el comienzo de mi Experimento Verde, poco a poco subiré más sobre la historia de mi pequeño huerto urbano, pero creo que es importante que sepan como comenzó todo esto. Yo era un persona sin experiencia y sin muchas esperanzas de que funcionara, sin embargo las cosas salieron lo suficientemente bien para continuar. Este inicio es importante porque creo que ustedes también pueden empezar su huerto, aunque sólo hayan tenido un frijolito del que sólo salieron hojitas.

Sobre el experimento verde


Hola a todos los que ven este blog. Primero que nada, gracias por leer lo que escribo, este espacio es para todos.
Les platicaré algo sobre mi... Soy estudiante de Diseño Gráfico y vivo en un departamento en la Ciudad de México y como saben, todo esto de los huertos urbanos y las azoteas verdes es algo que apenas comienza. ¿Porque les digo esto? Porque el mensaje que quiero transmitirles es que no se necesita ser biólogo, agrónomo, vivir en una casota, tener muchos espacio libre, etc. para tener un huerto en la cuidad, sólo se necesita un poco de tiempo y ganas de hacerlo. 
Yo pertenezco a una asociación estudiantil en la escuela que promueve la sustentabilidad, se llama Respira Ambiente (si pueden, vean el blog) y fue por ellos que comencé con este experimento. En este grupo, uno de los principios que manejamos, es practicar lo que promovemos y es por ello que me animé a hacer todo esto. 
Este blog inició con la intención de compartir experiencias con otras personas interesadas en hacer su propio huerto, la verdad es que todo lo aprendo sobre la marcha y me falta mucha experiencia. Pensé que alguien que supiera más podría ayudarme y yo podría ayudar a otras personas en mi situación. Esta sigue siendo la intención de este blog pero cada vez que profundizo más en los temas de la sustentabilidad, me doy cuenta de que este blog puede ser más que un foro.
Cada vez nos desconectamos más de la tierra y todos sus procesos, nos enseñan en la escuela los ciclos de la naturaleza pero en realidad nunca lo vemos y muchas veces ni nos interesa. Nos da asco tocar la tierra, vemos un bichito y lo queremos matar inmediatamente, los niños piensan que las frutas y verduras se hacen en las fábricas, tenemos plantitas pero ordenadas y en un espacio aparte de nosotros; todas estas cosas me preocupan mucho y es por ello que además de ser un foro para compartir experiencias, puede ser la oportunidad para que más personas se reconecten con la tierra y de paso con otras personas que es lo que hemos estado perdiendo poco a poco y sin darnos cuenta.
Espero que lo disfruten.